El año pasado tuve la oportunidad de dar una lightning talk en la Software Crafters Barcelona 2024. Para mí este evento tiene un valor especial: siempre ha sido un punto de encuentro con la comunidad, un lugar donde compartir aprendizajes y volver a la esencia del software craftsmanship. Por eso decidí preparar una charla corta sobre un tema básico pero fundamental: el TDD.

Preparar mucho para hablar poco

Lo primero que descubrí es que condensar ideas en 5-7 minutos no es nada fácil. Tenía mucho contenido que me habría encantado contar, pero tuve que priorizar y quedarme con lo esencial. Esa fue la parte más difícil: seleccionar qué decir y qué dejar fuera.

Ensayé y le di vueltas a la estructura, pero aun así sentía que iba demasiado justo. Los nervios tampoco ayudaban: quería transmitir claridad y sencillez, y a veces me costaba respirar hondo y confiar en que el mensaje llegara.

En el escenario

Cuando llegó el momento, los nervios estaban ahí. Aun así, me lancé. El público escuchaba con atención, y aunque yo notaba mi propia tensión, también percibí interés y buena energía en la sala.

No sé si conseguí comunicarlo con la claridad que quería, pero sí logré transmitir el mensaje principal: que el TDD sigue siendo una herramienta poderosa para mejorar la calidad del software y para crecer como desarrolladores.

Después de la charla

Al terminar, sentí una mezcla de alivio y duda. Por un lado, me quitaba un peso de encima; por otro, me quedaba la sensación de que podía haberlo hecho mejor. Sin embargo, el feedback que recibí fue muy positivo: varias personas se acercaron a comentarlo y a charlar sobre el tema. Eso me confirmó que, aunque yo me quedara con mis inseguridades, el mensaje había llegado.

Lo que me llevo

Lo que más valoro de esta experiencia es haberme enfrentado al reto del formato lightning: obliga a simplificar, a ir al grano y a confiar en que lo breve también puede ser valioso. Aprendí que los nervios no desaparecen, pero tampoco impiden que conectes con la audiencia si hablas con autenticidad.

Me quedo con ganas de repetir, quizá desarrollando esta charla en un formato más largo, con más espacio para profundizar. Y también con la idea de animar a cualquiera que se lo esté pensando: dar una lightning talk es una forma muy bonita de aportar algo a la comunidad, aunque sea pequeño, aunque no sea perfecto.

¡Gracias a la Software Crafters Barcelona por la oportunidad y a todos los que me escucharon!