Últimamente me he encontrado con situaciones en las que muchos equipos se centran en buscar la herramienta perfecta para resolver un problema sin antes entender realmente cuál es el problema que tienen 🤔

Me ha llamado mucho la atención un artículo de medium titulado Why Your Data Strategy is Failing que habla precisamente de esto. Nos centramos muchísimo en las herramientas para poder “hacer mejor” X tarea antes de saber el porqué lo hacemos, buscarle el sentido y ver por qué falla.

Es como si quisiéramos comprar un martillo nuevo cuando en realidad no sabemos si necesitamos un martillo, un destornillador o simplemente pegamento 😅

El problema de fondo

Cuando nos enfrentamos a un problema en nuestro día a día lo primero que nos sale es buscar soluciones rápidas. ¿Qué herramienta usan los demás? ¿Cuál es la más popular? ¿Cuál tiene mejor aspecto? Y nos lanzamos a implementarla sin más 🚀

Pero si no entendemos el problema de base, si no sabemos qué estamos intentando solucionar realmente, da igual la herramienta que usemos. Vamos a seguir teniendo los mismos problemas o peor aún, vamos a crear problemas nuevos 😓

Las bases primero

Antes de ponerte a buscar herramientas, vale la pena hacerse unas cuantas preguntas:

  • ¿Qué problema estoy intentando resolver?
  • ¿Por qué existe este problema?
  • ¿Qué pasa si no lo resuelvo?
  • ¿Qué necesito realmente para solucionarlo?

Una vez tengamos claras las bases, las herramientas vendrán solas. Sabremos exactamente qué buscar y por qué. Y lo más importante, sabremos si una herramienta nos está ayudando de verdad o solo nos está distrayendo ✨

No digo que las herramientas no sean importantes, claro que lo son. Pero deberían ser el medio, no el fin. Primero las bases, luego las herramientas.